Bungee Fitness Training se abre paso a brincos y saltos en Costa Rica

ENTRENAMIENTO FUNCIONAL EN SUSPENSIÓN DONDE SE REALIZAN SECUENCIAS DE EJERCICIOS EN INTERVALOS DE ALTA INTENSIDAD, LAS CUALES PERMITEN QUEMAR MÁS DE 500 CALORÍAS EN UNA SESIÓN

“Ok. Entonces hacemos 10 burpees, nos quedamos haciendo 10 lagartijas pecho a tierra y subimos para hacer 10 desplantes saltando entre cada pierna. ¿Ok? Ocho veces seguidas. Vamos”.

No, no es un meme, ni es un entrenador hablando con un atleta élite. Es una frase tomada en el minuto 10 de una clase de bungee fitness training. La dice la instructora de la sesión a Romy, una mujer de 35 años de edad, especialista en telecomunicaciones, quien solo desea eliminar el sobrepeso que quedó después de su segundo embarazo y mejorar su condición física en general.

Sin temor alguno, Romy empieza la serie y al terminar, un poco agitada y sedienta, pregunta: “¿y ahora qué sigue?”. Es apenas su segunda clase, pero ya sabe que ahí no ha terminado el entrenamiento.

Siguen más ejercicios funcionales en suspensión, los cuales se van añadiendo a la secuencia de entrenamiento. Eso es bungee fitness training, un método de entrenamiento en el cual los ejercicios funcionales se realizan en intervalos de alta intensidad (HIIT – High Intensity Interval Training) y en suspensión.

Precisamente, el hecho de suspenderse es lo novedoso de la técnica. Para ello, se utiliza un arnés, como los que usan quienes escalan. Este se cuelga al bungee, que es un conjunto de cuerdas elásticas amarradas entre sí; y el bungee, se guinda a una estructura de soporte, desde la cual se suspende todo, incluido el estudiante.

El resto es cuestión de física, específicamente, de la tercera ley de Newton (el principio de acción y reacción): cada vez que el usuario busque el suelo, el bungee lo va a suspender hacia el cielo. Así, cuando haga una lagartija, una sentadilla o un desplante, el equipo le ayudará a devolverse a su posición de inicio con facilidad.

Al preguntarle a Romy “¿qué es lo más difícil de la clase?”, suelta una carcajada y responde “¡terminarla!”. Luego, ya seria, añade: “en realidad, no veo que sea difícil de practicar… Eso es lo bonito, que es accesible para todos; se pasa un rato agradable, dinámico y diferente… ¡y se quema full!”, más de 500 calorías por sesión, le ha indicado su monitor de frecuencia cardíaca.

Retador

Cuando se practica esta forma de entrenamiento, se trabaja, no solo la resistencia cardiorrespiratoria, sino también, la fuerza, el balance y la coordinación.

“Sí, el bungee nos ayuda a regresar a la posición de inicio. Eso es cierto. Pero también es un elemento que opone resistencia y obliga a su usuario a esforzarse más cuando realiza los movimientos en dirección contraria a donde quiere regresarlo el bungee, por ejemplo, en ejercicios como correr o buscar el balance”, explica la entrenadora personal Carobicos, quien es una de las instructoras certificadas en este sistema de ejercicio en el país.

Coincide Ana Marín, futbolista de Dimas Escazú, equipo de segunda división costarricense, “la fuerza que se trabaja en piernas, abdomen y brazos me ayuda muchísimo para mi desempeño como futbolista, en aptitudes de potencia y resistencia… Pero lo que más me gusta del bungee es que me hace sentir que puedo volar”.

Efectivamente, la principal atracción de esta disciplina es que es divertida, en especial para los enemigos del ejercicio. En cada clase, se realizan saltos, giros, mecidas y otros movimientos que hacen que el entrenamiento se disfrace de juego y que el tiempo se pase volando.

“Es una técnica que trabaja cardio sin sentir que estás haciendo ejercicio. Fortalece los músculos del cuerpo, sí; pero lo más chiva es que te soporta para lograr movimientos impensables, y te obliga a entender la gravedad para lograr volar aún más alto”, afirma Melania Fernández, instructora de esta disciplina en Andamio Escuela de Movimiento. De hecho, asegura que lo que más le gusta de impartir bungee es llevar a los alumnos a sentir adrenalina y sacarlos de su zona de confort.

Uno de ellos, el productor audiovisual José Pablo García, da fe de ello: “tal vez lo más lo difícil de practicar bungee es salir de nuestro estado cómodo y seguro (al que estamos acostumbrados con otras disciplinas): liberarnos de la gravedad y explorar nuevas sensaciones de movimiento y ligereza alrededor del espacio”.

Accesible

En Costa Rica, ya se imparten sesiones de bungee fitness training en sesiones individuales o en burbujas de máximo cuatro personas en lugares como Global Fitness en Tibás, Andamio Escuela de Movimiento en Zapote, Isabel Lizano Estudio de Danza en Liberia, AntiGravity West en Escazú.

También pueden tenerse sesiones en casa, siempre que haya un lugar que reúna las condiciones requeridas para asegurar el equipo: una estructura robusta de al menos 3.5 m de alto y unos 20 m2 de superficie de desplazamiento.

La industria tiene disponibles diferentes tamaños de arneses y bungees, para acomodar clientes adolescentes y adultos desde unos 45 kg hasta quienes pesan unos 100kg.

Además, no se requiere tener experiencia previa para practicarlo, pues los ejercicios se adaptan a las aptitudes físicas actuales de sus practicantes y el bungee siempre va a respetar la ley de Newton, respondiendo de vuelta con lo que el usuario le propicie: ni más, ni menos.

Esta nota fue publicada en Perfilcr.com