Ser capaz de escuchar al cuerpo, entenderlo, sopesar el memento y decidir retirarse pese a las consecuencias que ello podría acarrear sí que merece una medalla a la valentía y al amor propio.
Cada deporte tiene sus criterios mínimos de discapacidad para clasificar y, una vez clasificado, la clase deportiva agrupa a atletas con una limitación similar