Hace un tiempo había listado las cinco cosas que necesita quien quiera un gimnasio en casa. Sin embargo, de los cinco elementos, hay uno que yo siempre recomiendo: pesos libres.

¿Cuáles? ¿Cuántos?

El rule of thumb es que, con sus músculos más grandes (piernas, pecho y espalda), usted debería ser capaz de hacer ejercicios con la mitad de su peso. Es decir, si usted pesa 80 kg, debería poder levantar 40kg en un press de pecho (20 kg en cada pectoral) o en press de piernas.

La realidad, sin embargo, es que eso ocurre únicamente cuando sus fuerzas están perfectamente balanceadas. Usualmente, sobre todo si es principiante en el mundo de entrenamiento, la base de fuerza está por debajo de ese ideal.

Por eso, nunca recomiendo comprar tanto peso al inicio (aunque eventualmente quiera llevar a mi cliente ahí). Mi recomendación siempre es adquirir dos mancuernas desarmables y unos cuantos discos de diversos peso, en vez de mancuernas de peso fijo.

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¿Cuáles discos? Idealmente, dos de 2,5 libras, cuatro de 5 libras y dos de 20 libras.

Recordemos que, en un plan de ejercicio, cada dos semanas se debe cambiar una variable del programa de entrenamiento (peso, series o repeticiones) para que el cuerpo no se estanque.

Los discos más pequeños sirven para este fin. Además, con ellos se logra una mancuerna de 5 libras, que es bastante útil para trabajar los músculos pequeños como hombros. Los cuatro discos de 5 lbs servirán para armar dos mancuernas de 10 lbs cada una —útiles para ejercicios de bíceps y tríceps— y los de 20 lbs, para trabajar los grupos musculares más grandes.

Repito, ese sería mi ideal. Sin embargo, si la inversión sale de su presupuesto, con dos mancuernas y cuatro discos (dos de 5 lbs y dos de 10 lbs) se puede armar algo interesante y accesible para empezar.

Un set de ese tipo da la versatilidad suficiente de tener pesos livianos para trabajos individuales (por ejemplo, usando únicamente un peso suelto, fuera de la mancuerna) para músculos pequeños y más peso (echando todos los discos dentro de un bulto, por ejemplo) para músculos que requieren un estímulo más retador, como las piernas.

Además de la versatilidad, me gusta recomendar pesas desarmables porque es una “solución escalable”, diríase en el mundo IT: conforme usted se va volviendo más fuerte, puede continuar adquiriendo discos para aumentar el peso del equipo que ya tiene o echándole piedras y latas de atún al bulto, lo que dé el presupuesto.

Así, se logra continuar creando adaptaciones musculares sin tener que hacer un gran desembolso desde el inicio.

Un último pro que le veo a este tipo de mancuernas es que suelen ocupar menos espacio de almacenamiento. Yo apilo todos los discos en una torre y encima pongo las mancuernas. Así, aprovecho más el espacio vertical.

Con mancuernas armadas difícilmente se podrá tener una estructura de ese tipo y requerirían más espacio horizontal.

¿Qué opinan? ¿Los convencí?