A pesar de ser una práctica milenaria, el yoga tendrá, este 21 de junio, su primer festejo mundial. La decisión,  impulsada por la ONU a finales del 2014, de festejar el Día Internacional del Yoga cada 21 de junio, pretende resaltar los beneficios tangibles e intangibles que atraen a tanta gente en todo el mundo desde hace más de 5.000 años.

¿Cómo cuáles? Probablemente, los primeros que vienen a la mente de las personas son flexibilidad, relajación y conexión mente-cuerpo(#WhateverThatMeans).

Si enmarcamos el yoga como un tipo de actividad física, podremos pensar en otros beneficios, como aumentar la fortaleza muscular; disminuir la presión arterial como consecuencia de una mejora en el sistema cardiovascular; incrementar la sensación de bienestar tras liberar hormonas de la felicidad (endorfinas);  mejorar el equilibrio, el balance y la buena postura como consecuencia de un fortalecimiento de los músculos y las conexiones neuromusculares y otros beneficios que se logran al realizar cualquier tipo de ejercicio.

Pero yo quiero salirme de la repuesta cajonera y aprovechar esta celebración mundial para compartir otros cinco beneficios que espero no sean tan conocidos como esos. (Si alguien ya los sabía, se los cambio por otros que pueda decirme en los comentarios).

1. Mejora la digestión y ayuda a controlar los antojos, aseguran en Mens’ Fitness, gracias a que la relación mente-cuerpo que se favorece con su práctica está asociada con la alimentación consciente. Esto es comer hasta quedar satisfecho y no hasta estar lleno, estar repleto o tener que desabrocharse el pantalón.

2. Incrementa la actividad cerebral gracias a la irrigación sanguínea que llega al cerebro mediante la respiración profunda y las inversiones que se realizan, sea en versión de piso o en versión aérea. Más actividad cerebral puede traducirse en más creatividad, más concentración, más memoria, más productividad…

3. Fortalece el sistema inmunológico. En Nursing Degree lo explican así: “al practicar yoga se masajean los órganos internos, mejorando así la capacidad del cuerpo para prevenir enfermedades. Además, un practicante de yoga experimentado tiene una mejor sintonía con su cuerpo y, si algo no está funcionando adecuadamente, es capaz de percatarse a la primera, permitiendo así una respuesta más rápida para frenar la enfermedad”.

4. Retarda el envejecimiento gracias a que ayuda a desintoxicar el cuerpo. Además, como dice el creador de AntiGravity® Yoga, Cristopher Harrison, uno es tan joven como es flexible su espalda. Descompresionar las vértebras, como se logra al invertirse en esa disciplina, mejora esa flexibilidad.

5. Puede ayudar en el tratamiento de enfermedades o padecimientos específicos como asma, estrés post-traumático, artritis, migraña, esclerosis múltiple, insomnio e, incluso, infertilidad, aseguran en Everyday Health.

En Costa Rica hay por lo menos 40 centros de yoga tradicional listados en la  Asociación Costarricense de Yoga. A estos se suman los que imparten modalidades de yoga no tradicional como  el acroyoga, el doga(yoga con perros), el BabyYoga (yoga para padres e hijos) o el AntiGravity® Yoga. Así que no me diga nadie que no tiene dónde empezar a disfrutar de estos beneficios. Si lo que les falta es una excusa o un empujón, los invito a empezar a festejar el Día Internacional de Yoga. Námaste.

AntiGravity Yoga

AntiGravity Yoga, es uno de los tipos de yoga que se imparten en Costa Rica. Foto tomada en Andamio Escuela de Movimiento

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