¿Causa de muerte? Estar sentado. Suena a chiste cruel o a titular amarillista pero no lo es: las personas que pasan de seis a ocho horas al día sentadas tienen un riesgo hasta 13% mayor de tener muerte prematura o enfermedad cardíaca.
Son los resultados de una investigación que encuestó a 100.000 personas en más de 20 países: “quienes que permanecían sentadas más de ocho horas al día tenían un riesgo un 20% mayor”, concluyeron.
Estamos empezando mes, justo el que tiene el Día Mundial de la Salud entre sus festividades. Encabezado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar físico, mental y emocional se promueve y celebra en todo el mundo cada 7 de abril. Así que no es casualidad que hoy les esté hablando de la importancia de moverse para gozar una buena salud.
Como entrenadora física, siempre intento de aconsejarlos sobre cómo hacer más ejercicio en su vida diaria, la importancia de tener la motivación correcta para guiar el entrenamiento, cómo capearse las excusas para no entrenar e inclusive lo clave que puede ser descubrir la personalidad deportiva para agarrarle gusto al ejercicio e incluso encontrar ejercicios no convencionales a probar.
Pero la verdad es que romper el sedentarismo no es equivalente a ponerse las tenis. Hay actividad física que se pueden y deben realizar como parte de rutina, sin que lleguen a ser un plan de entrenamiento en sí mismas.
De hecho, actividad física se refiere a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que aumenta el gasto de energía por encima de un nivel basal. Por eso, el Departamento de Salud de Hong Kong lista actividades como lavar la ropa o alzar niños como actividades físicas de intensidad media:
Similar criterio indicaron investigadores madrileños al notar el beneficio que las actividades físicas (no deportivas), como las realizadas en tiempos de recreo o incluso mientras se traslada entre ocupaciones (como movilizarse a pie entre destinos), tienen en el bienestar físico y mental.
“Cuanto mayor sea la actividad física total, mejor será su salud mental. Los niveles altos de actividad al trasladarse o en las horas de ocio también se asocian con una mejor salud mental, mientras que en el caso de las actividades físicas realizadas durante actividades de estudio, investigación o trabajo, solo las de intenisdad moderada se asocian con un mejor estado de salud mental”, detallan.
“El mensaje general aquí es minimizar la cantidad de tiempo en que pasa sentado. (Y no solo por la relación existente entre el sedentarismo y el sobrepeso)”, dice el profesor de ciencias de la salud de la Universidad Simon Fraser, Scott Lear. “Esta es una oportunidad real para que las personas aumenten su actividad y reduzcan sus posibilidades de muerte prematura y enfermedades cardíacas”.
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