“Para gustos, colores”, dice el dicho, pero calzaría también “para gustos, tallas”. ¡Qué lo diga el pasar del tiempo y su caprichoso concepto del “cuerpo perfecto”!

De hecho, eso fue lo que intentó probar la instructora de fitness Cassey Ho valiéndose de Photoshop.

“¿Por qué vemos nuestros cuerpos como si se trataran de tendencias de fashion? Fabricar nuestros cuerpos es mucho más peligroso que fabricar ropa. Trate su cuerpo con amor y respeto y no sucumba al estándar de belleza”, sostuvo.

Otras veces he hablado sobre este tema y no quiero repetirme, ni cansarlos:

Sí me parece importante hacer un friendly reminder, sobre todo ahora que estamos en bikini season (que bien podría llamarse la temporada de las dietas locas).

Un estudio en Suecia vio que una de cada dos niñas y mujeres jóvenes no están satisfechas con su cuerpo como consecuencia, en parte, de las imágenes que empresas de lencería y trajes de baño promueven en sus campañas de marketing.

Otro estudio publicado en Science Direct comenta que el impacto negativo no ocurre solo en la imagen corporal, sino también en la salud mental y en los resultados del rendimiento cognitivo en las mujeres. También se ha correlacionado con un rendimiento físico más bajo.

Esto último porque, las mujeres que participaron en el estudio, vistiendo traje de baño, restringieron los movimientos del cuerpo durante una tarea de equilibrio respecto de las que enfrentaron el mismo reto usando un suéter.

¿Por qué hablo tanto sobre las mujeres y no sobre los hombres? Las mujeres sufren de depresión al doble de la tasa de los hombres.

“Antes de la pubertad, la diferencia en la depresión es insignificante; sin embargo, cuando comienza la adolescencia, se produce un aumento vertiginoso de la depresión en mujeres, la cual persiste a lo largo de la vida”, afirma un estudio sobre lo que se ha interpretado como la belleza inalcanzable a la que aspiran sin esperanza las mujeres.

“Si bien no hay un cambio biológico definitivo se ha relacionado con este fenómeno, la teoría de la objetivación se puede utilizar para obtener una idea de las influencias sociales en juego durante esa transición”, detallan.

Así que, chicas, siempre voy a ser pro-rango de peso saludable, no por un tema de estética sino, de salud. Pero por favor dejemos de compararnos con las otras mujeres que nos topamos de paseo, en la tele, en revistas o en el gym. ¡Mucho más si hay generaciones atentas a seguir nuestro ejemplo! La salud, belleza es.

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